Tortura, no. Nunca

Es apremiante rechazar con firmeza la tortura, sin cortapisas, porque hay que devolver la autoridad moral a las instituciones internacionales, hay que recuperar la confianza de la gente.
Es apremiante rechazar con firmeza la tortura, sin cortapisas, porque hay que devolver la autoridad moral a las instituciones internacionales, hay que recuperar la confianza de la gente.