La Economista Descubierta es el heterónimo de una desahogada, cínica, crítica, escéptica, mordaz y políticamente incorrecta defensora absoluta del refranero español como compendio universal de todo el management; pasada por el éxito profesional primero y el paro después y, sobre todo, tamizada por el colador de plástico de utilización común en el arenero del parque infantil. La Economista tiene un currículum apañado que consiste en: formación superior, formación de postgrado, idiomas varios y experiencia directiva relevante en empresas de prestigio. Dicho currículum, así como su nombre real, no hacen al caso. Acabarse a la vez
A partir de determinados años y por mucha Viagra que se despache, vivir es durar y como no tengas mucha vida interior estás muy fastidiado
Pedorras
Se puede ser muchas cosas, pero hay dos que no son tolerables: ser un coñazo y ser una pedorra
Las referencias
«Pongo la mano en el fuego por él». Horror, palabras grandes, de las que hay que desconfiar por sistema.
Libros o balones
Me solivianta este modelo donde tanta TIC, tanta tontada, tanto deporte y tanta educación en un clic, 50 euracos, y los niños sin saber hacer la O con un canuto.
Por qué no fui al curso
Que uno empieza a valorar lo que cuesta la educación cuando empieza a pagarse la matrícula y que los suspensos duelen también por el precio es algo que algunos no terminan nunca de aprender.
La proclamación
La proclamación, al final, mostró a las marujas que lo mismo van al velatorio de Lola Flores, que a la cola del Medinaceli, a ver a la selección española o Hannah Montana…
Investors Day
Cada vez que asisto a un fin de curso o me imagino la recepción de la coronación del nuevo Rey me acuerdo de los investors day y roadshows…
Pólvora del Rey
Y ahora que rula la corona, lo único que parece preocupante es cómo se van a llamar los premios Príncipe de Asturias o el Hospital Infanta Leonor y su correspondiente estación de metro.
Cambio de retrato
Recuerdo como hoy el día que el director de mi colegio bajó solemnemente la foto de Franco y la sustituyó por una de los Reyes
Frikis y margis
En mis épocas escolares no había frikis ni margis. Quiero decir que no se había inventado la denominación, pero tampoco el concepto.
Las malas madres
La verdad es que yo no sé si soy una mala madre, pero sí sé que tampoco estoy nada satisfecha con mi performance
Javier: 
