Se me amontonaban los acontecimientos y no me daba la vida últimamente para dedicarme un rato a la redacción, pero aquí vuelvo, con el Diploma de Graduación del Párvulo y la beca color naranja que a mí me dieron a los 21, y a otros a los 6, preguntándome sobre todo si la gente se cree que de verdad la enseñanza privada es mejor.

En los colegios particulares, que decía mi madre, los padres, además de pagadores puntuales, por lo visto, somos clientes. Eso, desde luego, creen algunas madres de esas que se pasan por el arco de triunfo las prohibiciones de regalos al profesor o de fotos en la piscina.

Es difícil mantener contento al cliente y a la vez mantener el tipo del colegio, porque si el cliente lo único que tiene es dinero, difícilmente no trate de comprar al administrador que, naturalmente, está peor pagado que el jefe de estudios de un instituto. En los colegios particulares las maestras pueden no ser más que buenas referidas de padres inversores y, llegado el caso, seguir dando clasecitas mientras haya padres que las soliciten. Porque el ranking por lo visto, importa mucho.

Cada vez que asisto a un fin de curso o me imagino la recepción de la coronación del nuevo Rey me acuerdo de los investors day y roadshows acostumbrados, querido cliente, no deje de invertir que mire la de cosas hacen sus hijos con el dinero que puntualmente usted nos ingresa.

Leí ayer por ahí que los países donde la enseñanza pública supera en consideración a la privada es en los países donde no hay demasiados ricos ni demasiados pobres y al colegio no se va a posicionarse socialmente sino a aprender.

Porque aprender, lo que se dice aprender, les digo yo que se aprende (o se aprendía) más en la pública que en la privada, como todavía se atiende mejor en los hospitales públicos que en los privados.

Otra cosa es que uno no quiera que su hijo se pase medio año con el profesor de baja o de huelga o que tenga que aguantar la diversificación porque la Logse lo manda. A lo mejor es que uno elige parir por lo privado la primera vez para estar sola en la habitación y prefiera que le garanticen las horas de escolaridad.

De lo que estoy absolutamente convencida es de que en el colegio no van a aprender nada mejor de lo que yo estudié con la mitad de la mitad de medios. Eso sí, el investors day quedó precioso.

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