Intrusismo
Mi amiga B, que lleva expatriada la bonita cantidad de 12 años, vuelve a España con intención de trabajar después de rodar por unos cuantos países. De trabajar en otra cosa, claro, porque el Sitio Elegante ya saben ustedes que ya no existe. Como yo me paso el día pensando en el plan B y el C y el D, se me ocurre que dado que conoce todos los accesos a los sistemas educativos anglosajones, se haga Education Consultant, y se postule a una agencia de esas de las que mandan a los niños al extranjero.
Mi amiga viene breada de aguantar porque trabajó en el Recurso Humano y además tiene muchos hijos, así que podrá lidiar con los padres, que ya saben ustedes que somos siempre los peores. Tan peores como para quejarse porque al niño no le admiten o porque lo expulsan por conducir o copiar en los exámenes.
Yo ahí la veo suelta y no dudo de su capacidad, que para eso la contraté cuando era jefaza enorme, pero la pobre anda desubicada y se atormenta pensando que lo mismo le piden una certificación y la acusan de intrusismo. Se nota que viene del mundo anglosajón porque se cree todavía lo del certificado. Desde luego, yo en toda peluquería de barrio que se precie siempre he visto muchos certificados de Sorisa y Germaine de Capuccini.
Si mi amiga se hubiera comprado un rayo láser y depilara en el baño de su casa, o arrancase muelas en el sofá del salón, entiendo que le preocupara; pero si lo que le preocupa es una certificación para explicarle a las madres las dificultad de que admitan al memo de su hijo en un boarding school elitista y tal, lo suyo es que la invente y se funde una asociación antes de que se le ocurra a otro.
Por si acaso, ya lo hemos registrado, que luego nos copian todo, y se nos ponen a pelearse como coaches cualquiera, acusándose los unos a los otros de apropiarse de lo que no era de nadie, y sin preguntarles a los directores espirituales si les parecía bien que les copiaran el tema del seguimiento y la creencia limitante.
Yo misma, que escribo en este sitio donde, en calidad de convidada, soy una intrusa si se trataba de haber estudiado periodismo. Pero también lo hubiera sido Marañón, eso sí, un intruso de nivel, no como yo.
Se supone que lo que se dice «firmar proyectos» pueden los cualificados para ello: ingenieros o arquitectos cualificados por un organismo oficial, y no por una asociación de amigos de los trenes o los puentes. Y se asume que uno puede conducir cuando la DGT estima que tiene conocimientos suficientes como para darle el carnet, previo examen aprobado y pago de las tasas; y no cuando el club automovilista de amigos de la rueda lo decide, pero en el resto, mundo “consultoril” variado, la mejor manera de prosperar es denostar al otro.
A mí que B regrese me tiene emocionada, porque lo mismo CW un día se cansa y también vuelve, que yo la echo mucho de menos. Y ya les digo que como Education Consultant va a ser buenísima.
* * *