Economista Descubierta

Rita

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Queda fatal esto de estar un mes sin escribir, con todas las cosas que pasan.

Reconozco que me pueden la molicie, que el cabreo ya lo conocen y que la mayor parte de los temas ya los hemos dado. Una fiel seguidora del ALSA  me propone hablar de digitalización y estupidez humana; y el caso es que lo apunto, lo empiezo y lo dejo a medias. Y si no es por CW que sigue España en remoto y diferido, no me animaba ya escribir.

Dejemos la digitalización para otro momento y dediquémonos a la caspa, que nos va a dar un juego bárbaro, además de mucho miedo.

CW me llama para decirme que si he visto a Palomita Segrelles con Rita Maestre y para recordarme, entre la risa y el bochorno, que nosotras fuimos las únicas que no quisimos ir a aquellas cenas de «gente joven» que organizaba Palomita siguiendo las instrucciones de su madre, la secretaria que gestionó una agenda ajena para  mayor gloria y progreso de la suya. Si hubiéramos sido de las habituales y hubiéramos perseverado en las tales cenas, hubiéramos visto que tal encajan Genoboba y Rita: dos estilos, dos vocaciones, invitadas por la inefable Palomita.

CW y yo hemos desaprovechado, dicho sea de paso, muchas oportunidades.

El género tonto es, efectivamente, superior a cualquier sexo asignado en el absurdo tozudo del ADN. A decir de Gomaespuma, el que nace lechón, muere cochino. Y la que nace tonta no puede ser prudente, porque la prudencia es un rasgo de la inteligencia.

Rita Maestre, al igual que Genoboba, es toda dulzura desde que dejó la Facultad. «Si llego yo a saber que me pasa esto, no lo hago», pa’ chasco, que dirían en el pueblo de CW. No nos hemos informado y no sabemos. Eso sí, creemos que en el temario de la Policía Municipal debe incluirse la Diversidad, que es una asignatura importantísima y que, evidentemente, no habían dado los policías a los que les tiraron un triciclo a la cabeza, además de varios botellazos.

Indescriptible Rita, que ha venido a anunciarnos, además de la Diversidad como valor transversal, «espacios para la crianza, donde padres y madres e hijos e hijas puedan disfrutar de momentos de relación». Oiga, que me han redescubierto el WFA y la plaza del pueblo. Irreverente Rita, a la que en un par de años veremos en la FAO, que para eso ella es del Liceo Italiano, blanqueando el futuro que del pasado ya nadie se acordará. Y si no, traten de averiguar por donde anda Bibiana Aído. Y es que Rita no encaja en la estética de lo feo, y eso, tarde o temprano, acaba rechinando. El Liceo Italiano marca, se lo digo yo, y a ésta le quedan dos telediarios para ir a los Premios Telva.

No sé si la culpa fue de Decatlhon que convirtió la ropa de deporte en ropa de calle, o del precio de los peines y las cuchillas de afeitar, pero Rita ha claudicado y se ha ido a merendar con Palomita y al juzgado con un abrigo oversize la mar de bien anudado nada parecido a los jerselines con pelotillas que se gastan en tales Facultades. Sé de lo que hablo, que yo estudié en la Complutense en una de esas Facultades llenitas de activistas asamblearios.

Les digo yo que «la joven politóloga y activista» pasa del Vanity Fair a la Madrid Fashion Week en cuanto Palomita le pase los contactos. Y si no, al tiempo.

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