Vidas para-lelas
La coincidencia del estreno de Mortadelo y Filemón con la aparición estelar del Gordito Nicolás no es fruto de la casualidad, sino de la causalidad. Porque partiendo de la base que el jefe de la TIA es de Cuenca y que el gordito almuerza y no come y ve a su señoría, como si viera a la Virgen, se llega a la conclusión de que, efectivamente, las pruebas de la TIA incluían francés pero no ruso y, como pagan fatal, cogían becarios del CUNEF previo anuncio en la bolsa de trabajo que tan divinamente gestiona el susodicho colegio universitario.
Yo tenía dudas del chiquillo, no de su megalomanía, que ya me he topado yo con algún mentecato de esta índole, pero después de la entrevista no me quedó duda alguna de que el prenda no miente ni poquito. El tonto útil es una categoría laboral como otra cualquiera y mandar a uno a hacer recados se da en todas las agencias, sean de modelos o de espionaje terrible.
Hubiera pagado por ver la reunión de Eurovegas, a punto de convertir el pueblo de CW en la meca de la tómbola con el gordito Nicoplasta (estoy segura de que tiene una foto con Paloma Segrelles hija, que es otra vida para-lela y también es alumna de CUNEF y compañera de CW). Porque no tengo duda de que por mucho que Percival lo niegue, estos se reunieron en la Maruxina de Alameda de la Sagra.
Lo que pasa es que de listo a listillo no hay más que un paso, seas la compungida Segrelles o Nicoplasta, y claro, te acaban pillando.
Y la TIA no paga a traidores, no señor, ni a Charlie, ni a Bosley, ni a Sabrina, ni a Kelly, ni a la otra, de cuyo nombre, por cierto, me he olvidado. Aquí a pasearte, vaya y pase, pero a dar sablazos no, que para eso ya estamos los demás, oiga, que para eso trabajamos por la patria.
Si a Bárbara Rey le volaron el chalet, a este gordito felizardo tampoco le van a poner las cosas fáciles. Los alegales es lo que tienen, que como les quiten el material sensible se mosquean.
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