Peter Tchir

Hay que darle una oportunidad a la austeridad

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No sólo se trata de generar crecimiento, ni siquiera esto es suficiente para aplacar el mercado de deuda. Hay que crecer por encima de lo que se pide prestado.
Fotografía de Peter Tchir

Peter Tchir

Sí, es posible que los mercados opten por seguirle el juego a la nueva cantinela sobre el crecimiento y el fin de la austeridad, pero lo soprendente es la rapidez con la que analistas y medios de comunicación se han aferrado a la idea de que el crecimiento de alguna forma nos salvará y que la culpa de todo la tiene la austeridad.

Aunque parezca que lleva mucho tiempo, el asunto de la austeridad es relativamente nuevo. No creo que Grecia se haya enfrentado a ella hasta mayo de 2010. En septiembre de ese año el FEEF y el MES fueron puestos en marcha oficialmente y Portugal e Irlanda eran miembros que contribuían a estos fondos. La primera vez que la «austeridad» fue nombrada en España e Italia tuvo que ser en el verano de 2011.

¿He de suponer que el «crecimiento» era la política en vigor hasta entonces? Me cuesta mucho creer que haya un gobierno que siga políticas anticrecimiento. ¿Acaso no eran las políticas económicas de Europa (al menos hasta 2010) de crecimiento? ¿Cómo es que fracasaron en su afán de crear el suficiente crecimiento como para impedir la crisis de deuda?

Ahí está el problema. No sólo se trata de generar crecimiento, ni siquiera esto es suficiente para aplacar el mercado de deuda. Hay que crecer por encima de lo que se pide prestado.

Portugal

Portugal - Evolución PIB

Así que Portugal viene presentando un crecimiento débil desde 2001. Su tasa de crecimiento pasó la mayor parte de la década entre el 0% y el 2%. Durante todo ese tiempo, el ratio de deuda/PIB aumentaba. ¿Acaso Portugal no siguió «gastando» durante ese largo periodo de crecimiento débil hasta 2008? ¿Es posible que siguiera «gastando» para generar «crecimiento» con la idea que en el futuro las cosas irían mejor?

Este periodo es importante. Se generaba un crecimiento débil y la deuda aumentaba a mayor ritmo. ¿Por qué? La mejor respuesta es que Portugal gastaba para intentar generar mayor crecimiento. No funcionó. Llegó 2008 y la tasa de crecimiento era un desastre, lo cual llevó a más gasto. El crecimiento de Portugal cayó aún más y todo esto antes de que se implementara la austeridad.

La burbuja de gasto para llegar a 2009, ayudada por la mejora mundial, fracasó a la hora de generar crecimiento sostenible. La economía portuguesa ya se estaba deteriorando antes de que se emprendieran políticas de austeridad. ¿Por qué? Porque el lastre de la deuda era tal que un país con una economía pequeña y un déficit inflado no pudo sostenerla.

¿Han empeorado las cosas con la austeridad? Posiblemente, pero la economía tuvo un comportamiento peor en 2009 que ahora, así que no debemos de infravalorar la capacidad de Portugal de ir a peor. La gente parecía no tener inconveniente alguno gastando durante una década con resultados mediocres, y ahora, tras un año de austeridad en medio de una desaceleración global, ¿resulta que la austeridad es mala? A Portugal le llevó diez años demostrar que el gasto no generaba crecimiento, pero ¿tan sólo uno para volver atrás?

Cierto, la austeridad produce efectos negativos en el crecimiento a corto plazo. Eso se sabía cuando se optó por ella. De hecho, las matemáticas al respecto son más bien simples, por lo que quien no asuma que los recortes no desacelerarán la economía peca de inocente o de ser demasiado vago como para realizar los cálculos necesarios. Algunas medidas de austeridad tienen mayor impacto a corto plazo que otras, pero esperar que no tengan impacto alguno en una economía global débil es absurdo. La clave está en cómo irán las cosas dentro de un año. Sí, un año puede parecer un «largo» periodo de tiempo, pero, aun así, ¿por qué la prisa para prejuzgar los resultados?

En Portugal resulta evidente que gastar para generar crecimiento fue todo un fracaso que posiblemente haya causado el problema, y anticiparse a la conclusión que las medidas de austeridad son las culpables del empeoramiento de la situación no es sólo prematuro, sino que completamente incorrecto.

Italia

El gráfico para Italia es mucho más interesante y deja menos claro que la austeridad sea algo malo.

Italia - Evolución PIB

Italia comenzó el siglo XXI con una carga de deuda importante y les tomó varios años rebajarla. Al principio el PIB disminuyó, pero la economía se mantuvo relativamente estable. Italia no creció a un ritmo demasiado alto e intentaron disminuir el gasto mientras crecían al 2% Al igual que para otros países, 2008 fue un desastre para Italia. El ratio de deuda con respecto al PIB se disparó. Esto no fue debido a la «austeridad», sino para impulsar el crecidmiento y detener la desaceleración. Funcionó parcialmente, pues Italia logró recuperar un poco de su crecimiento (al igual que el resto del mundo), pero la deuda alcanzó niveles altísimos. La desaceleración en Italia comenzó en 2010 y nadie mencionó la palabra «austeridad» ese año. De hecho, no se habló de austeridad hasta que Berlusconi dejó el poder. Para entonces el crecimiento de la economía italiana era anémico. La recaída de la economía fue debido a las medidas de austeridad, ¿o es que Italia gastó demasiado y no tomó las medidas necesarias en 2008 y 2009? Al contrario, todo indica que gastaron demasiado para generar crecimiento y hoy están pagando las consecuencias.

Quizás Italia debería echar la vista atrás y fijarse en qué fue lo que propició la estabilidad que disfrutó de 2002 a 2007, así como darse cuenta de que un ratio de deuda con respecto al PIB es preferible, pues la alternativa no es sostenible. Nuevamente, tras el fracaso de unos años de gasto excesivo para impulsar el crecimiento, los políticos deberían de tener cuidado al asumir que el actual deterioro de la economía se debe a la austeridad en lugar de las antiguas políticas de «crecimiento».

España

España - Evolución PIB

Posiblemente el caso de España es el más interesante de todos. España aprovechó un periodo de fuerte crecimiento económico para reducir su deuda. Puede que sea un gran ejemplo de cómo el crecimiento puede ser utilizado para reducir endeudamiento frente a la austeridad como herramienta para generar crecimiento. El ratio de deuda en proporción al PIB es bajo, pero España traslada más a sus regiones que otros países y ha sido más propicia a prestar garantías que asumir deuda per se; algo que no se debe de perder de vista.

Así, a principios de 2008, el crecimiento de España cayó de manera importante. Definitivamente comenzó a tener problemas un poco antes que otros países. Sufrió una fuerta caída en su PIB que luego se recuperó temporalmente y con mucho gasto cuando la economía global experimentó una leve mejora (al igual que Italia).

Lo extraño en el caso de España es que el crecimiento nunca terminó de despegar en 2010, aún cuando el gasto seguía subiendo. De hecho, el gasto aumentaba, pero el crecimiento nunca se materializó. No fue hasta mediados de 2011 que se comenzaron a tomar algunas medidas de austeridad, pero la falta de respuesta del crecimiento con respecto al gasto tuvo lugar antes.

Sin duda, algunas de las explicaciones que atañen a Italia pueden ser aplicadas a España: fue empleado demasiado dinero para ocultar el problema en lugar de resolverlo, por lo que el gasto nunca generó crecimiento. Puede estar produciéndose también una resaca debido al alto déficit generado por el excesivo gasto que tenía como objetivo impulsar el crecimiento y fracasó.

A España hay que añadir la consideración de si el gran crecimiento al inicio de la década fue excesivo y si sus bancos hicieron lo necesario para evitar reconocer el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Quizá el cambio de rumbo tuvo lugar antes, o quizá la recesión de 2008 en España fue peor y los datos apenas y comienzan a revelarse.

Tras el excesivo gasto en el que España incurrió entre 2009 y 2011 sin generar crecimiento sostenibble alguno, pero sí aumentando la deuda, a lo mejor habría que darle tiempo al nuevo gobierno (que tan sólo lleva en el poder tres meses) y comprobar si las medidas de austeridad que está emprendiendo funcionan antes de embarcar al país nuevamente en políticas de crecimiento a cualquier coste que originaron el problema en primer lugar.

Conclusión

Ni la austeridad ni el gasto per se son universalmente malos. Cada uno tiene consecuencias a corto y largo plazo. Saltar de una política a otra no ofrecerá solución alguna. Se tiene que desarrollar un plan. Hay que minimizar el dolor causado por la austeridad a corto plazo mientras que se garantiza que las obligaciones a futuro son manejables. Naturalmente, áreas que han sido dejadas al abandono y en las que algo de gasto podrían generar crecimiento debería de ser un objetivo, pero asumir que es fácil generar crecimiento es una falacia. Dar con las inversiones adecuadas que produzcan beneficios a largo plazo es tarea difícil. Y largo plazo es la clave aquí. La austeridad dañará el PIB este trimestre y posiblemente el próximo, pero si no se toman en consideración las limitaciones que la deuda impone en el futuro, el gasto sólo empeorará las cosas. Son tiempos difíciles, y al igual que tomó muchos años, sino es que décadas, crear este desastre, tomará algunos años resolverlo. Si generar crecimiento fuera sencillo, habría cientos de empresas como Apple, pero no las hay y es menos probable que el estado genere crecimiento que las empresas. Desafortunadamente, los políticos, los medios de comunicación y los mercados parecen abrazar la idea que el crecimiento es la clave de todo. Postergar el problema empeoró las cosas en Grecia y Europa parece seguir en ese camino bajo la ilusión de que puede generar crecimiento por encima de la deuda que para ello genera.

Copyright © 2012 · Peter Tchir

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