«Cualquier respuesta que no sea «austeridad» es una ilusión» –Robert Lucas

Robert E. Lucas, Jr.
Robert E. Lucas Jr. es Premio Nobel de Economía 1995. Alumno de Milton Friedman, se le reconoce como padre de la «Nueva Economía Clásica», una versión moderna de la vieja Escuela de Chicago. Su trabajo más conocido versa sobre la «Hipótesis de las Expectativas Racionales». Junto a Leonard Rapping redefinió el concepto de equilibrio económico, una aportación considerada esencial en el estudio de la Economía.
Enlace a versión original en inglés de esta entrevista.
Grecia ha reestructurado 100 mil millones de euros de su deuda. ¿Cuál es su valoración de la situación actual allí?
La salud de la economía griega y la salud de sus acreedores no son la misma cosa. Pase lo que pase tras la reestructuración, nadie va a prestar al gobierno griego durante algún tiempo. Una quiebra completa hubiese sido la mejor alternativa para el pueblo griego. Las negociaciones que han concretado tienen que ser entendidas como un rescate al sector bancario.
España ha confirmado un déficit del 8,5% para 2011 y la Comisión Europea acaba de exigirle que este año lo reduzca al 5,3%. ¿Es la «austeridad» la única salida?
Las probabilidades de quiebra son mayores para España y Grecia que para Alemania o EE.UU., pero todos tenemos el mismo problema: queremos un estado de bienestar más grande de lo que estamos dispuestos a pagar con impuestos. Cualquier respuesta que no sea «austeridad» es una ilusión. Todos estamos haciendo promesas que no podemos mantener, tanto a nuestros acreedores como a nuestros ciudadanos.
Luego, usted está de acuerdo con el actual enfoque de una solución de «talla única» para los problemas económicos los países de la zona euro?
En este caso, la «talla única» les sirve a todos.
¿Es la moneda común una camisa de fuerza o un salvavidas?
Ninguna de las dos. Suecia, Dinamarca y Reino Unido han mantenido sus propias monedas. Esto provoca algunos inconvenientes, pero nada importante. EE.UU. flota frente a Canadá, Japón, Corea y Europa: todos nuestros socios comerciales de gran tamaño.
Algunos denuncian que la liquidez provista por el Banco Central Europeo ha empeorado el problema ya que mantiene con vida a bancos insolventes, al tiempo que distorsiona el mercado y merma su propia independencia.
Esto también es un problema en EE.UU. Los bancos centrales deben dejar clara su política de prestamista de última instancia con antelación y asumirla cuando llegue la crisis de crédito. Las políticas anunciadas deben ser coherentes en el tiempo en el sentido de que estén dispuestos a llevarlas a cabo. La Reserva Federal nunca ha hecho esto y no lo está haciendo ahora. Espero que el BCE lo haga mejor.
Usted ha elogiado la política monetaria de Ben Bernanke, así como los estímulos a la economía emprendidos por el presidente Obama. ¿Cuáles son los incentivos que finalmente catapultarán a las empresas estadounidenses y a los emprendedores?
Pensé que la respuesta de Bernanke a la crisis de 2008-09 fue muy buena y eficaz. También simpaticé con el paquete de estímulos, pero hoy no veo ninguna evidencia de que éste tuviera algún efecto; y es obvio que ha aumentado nuestra deuda. La expansión del gobierno bajo la administración de Obama ha incrementado la probabilidad de subidas de impuestos, echando un jarro de agua fría al incentivo [emprendedor]. Si nuestra política es exprimir a los ricos, ¿quién querrá trabajar duro y asumir riesgos con el fin de hacerse rico?
¿Qué ha cambiado esta crisis en sus teorías sobre expectativas racionales y de eficiencia de los mercados?
Nada de lo dispuesto en esas teorías implica o sugiere que las crisis financieras no puedan ocurrir. Como todo el mundo, por supuesto, he reconsiderado mis puntos de vista sobre la estabilidad del sistema bancario estadounidense.
¿Pero no están mejor preparados hoy los bancos de su país para afrontar una nueva crisis (por ejemplo, gracias a sus enormes reservas)?
Esas reservas no estarán ahí para siempre. La Reserva Federal tendrá que retirarlas si se instala la inflación. Mi convicción es que Dodd-Frank no tiene nada que haga inmune al sistema bancario ante una crisis. Si nuestro sistema bancario es estable, es sólo porque el gobierno está decidido a asumir las pérdidas, incluso de los bancos más peor gestionados. Le recomiendo el testimonio de Allan Meltzer ante el Congreso, que a mí me gustó mucho.
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