Economista Descubierta

No soy liberal

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Por alguna razón extraña recibo correos de un partido nuevo que se presenta a las elecciones y que, además de pedirme su voto, me pide pasta. Así que me he metido en su web para ver qué quieren y me he encontrado un test de cercanía a sus posiciones, a ver si encajo o no encajo y, de paso, me afilio. Además, me he descargado el pdf del programa y resulta que no encajo. Y claro, no me afilio.

Me encuentro muy sola en esto del mundo de la política y es que entre que la casta en España es cutre y todo a cien y las alternativas son de pena, pues claro, así estoy yo: sola en el mundo y representada por nadie. Pero claro, no puede ser que no se vote, porque si no votas, luego tampoco puedes quejarte.

El test que me pasa el partido ha decidido que yo no soy liberal. Y mira que yo pensaba que un poco sí, por aquello de que me gusta elegir el colegio y el médico. Pero no, según estos no soy nada liberal. En el test de afinidad he sacado un par de puntos por la presentación y firmar el examen. O sea, que soy reaccionaria, colectivista y, además, pobre. Y encima tonta, porque nunca seré rica. Bueno, bien está reafirmarse en lo que una ya sabía… estoy a punto de ser joseantoniana, mire usted por donde.

Cuando uno decide montar un partido y un programa electoral pues tiene que repasar todos los puntos, no sólo los de la política económica, que parece que es lo único que nos importa ahora, sino desde la legislación sanitaria de dónde y cómo se entierra a los muertos (incluidos los enterramientos en caso de epidemias) o si uno puede o no vender sus órganos si le da la gana y ganarse un dinerillo vendiendo y comprando riñones.

Interesante perspectiva que si uno reduce al absurdo le descubre maravillosas oportunidades comerciales hasta ahora insospechadas.

Este partido contempla en su programa incluso temas no abordados hasta ahora como la poliandria o la poligamia, de suyo interesantes, pero se deja sin tocar, por ejemplo, el matrimonio entre hermanos, o la “atracción sexual genética” que es como en la 2 llaman al incesto. Yo creo que se les ha olvidado, estoy por avisarles.

Y así repasan desde el medio ambiente a la educación, la supresión de los bancos centrales o la legalización de las drogas. Se lo han currado un montón.

No hay como venir del Capital Riesgo como para ver oportunidades bárbaras de inversión y forrarse. Desde luego que alguno sigue pensando en que siempre va a ser listo y rico y que no le va a tocar nunca el cáncer y si le toca tiene dinero para Houston. (inciso, yo tengo una amiga que decía que la única diferencia entre darse la quimio en la Anderson y dársela en el 12 de Octubre es que en la Anderson te la dabas con Paquito Fernández Ochoa y en el 12, no. Mi amiga se murió poco después que Paquito, por cierto).

Está fenomenal pensar que el que quiera algo que se lo pague. Pues nada, epidemias para todos y vacunas para el que las pague. Y si tu hijo necesita un transplante, pues nada, se lo compras, que para eso los órganos son de cada uno.

Y vaya por delante que yo prefiero un país próspero a un país de paniaguados. Pero sobre todo prefiero a los honrados que a los ladrones, aunque claro, no sé por qué tengo yo que creerme que necesariamente la iniciativa privada es mejor que la pública y que el estado es más voraz que los dichosos mercados. Y una cosa es un estado y otra 17 sumideros. Y una cosa es un funcionario público y otra un enchufado.

Ladrones hay en todos sitios, y por lo menos en el estado tienen cara y ojos. Qué le vamos a hacer. No soy liberal. Soy más facha que don Pelayo. Me lo acaban de confirmar en una hoja de Excel.

La Economista Descubierta en blogspot.com

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