¿Invierno mediterráneo?
Si un líder en el Medio Oriente cediera a meses de protestas, y permitiera dar a la gente la oportunidad de decidir sobre los temas importantes de su país, sus homólogos occidentales lo celebrarían con regocijo. Obama subiría a un podio para expresar su apoyo al coraje de la gente que se puso en pie y daría su bendición a la Primavera Árabe.
Pero si un colega en occidente se atreve a hacer lo mismo y deja que la gente se exprese directamente, en lugar de hacerlo a través de sus «representantes», todo el mundo se indigna y se muestra consternado. Papandreou ahora está invitado a asistir a la reunión del G-20 en el lujoso Cannes. ¿Qué le van a hacer? ¿Le darán algunas bofetadas por no saber controlar a su pueblo? «Venga chico, nosotros podemos doblegar la voluntad de los nuestros, ¿y tú no?»
Mientras tanto otros políticos griegos están demasiado ocupados tomando posiciones para acceder al poder en lugar de ayudar a sus conciudadanos.
¿Y todavía nos preguntamos por qué la gente odia tanto a Wall Street?
Probablemente la crisis griega se neutralice pronto, por lo que podremos concentrarnos nuevamente en los fallos del último Gran Plan europeo. Con la ayuda de China es posible que consigamos que Grecia suspenda pagos y ponga en práctica la privatización de activos públicos que otros le habían propuesto, y beneficiarse de ellos. Además, en un mercado cada vez más intervenido por el estado, puede que las cosas vayan mejor con China, ya que son mejores que occidente en eso del capita-comunismo.
Así que todo indica que lograremos «salvar» nuestro sistema. Me pregunto si vale la pena salvar semejante invento. Mientras tanto, tengo que averiguar qué hacer con mis posiciones en corto ya que, para bien o para mal, yo soy parte de ese sistema y no estoy haciendo mucho para cambiarlo.
Copyright © 2011 · Peter Tchir
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