Cambiar el sistema o ser cambiados por el sistema

Jean-Jacques Rousseau
Un sistema (del latín systema, proveniente del griego σύστημα) es un objeto compuesto cuyos componentes se relacionan con al menos algún otro componente; puede ser material o conceptual. En un plano menos teórico podemos definir al sistema como el orden establecido por la sociedad (la cual es en sí misma un sistema, pero vamos a ser menos teóricos).
La Humanidad ha estado durante siglos buscando una explicación a este fenómeno pero Rousseau se llevó la gloria al desarrollar su teoría del contrato social. Sin embargo, para aquellos que no estén conformes, existen movimientos conspiranoicos que dan otra visión de los hechos.
Existen varios motivos para cambiar el sistema, entre ellos están la falta de libertades, la crisis económica o el pertenecer a la primera generación de la Historia de la Humanidad que va a vivir peor de lo que lo hicieron sus padres.
La sociedad cuenta con dos formas de llevar a cabo esta tarea. Por un lado, la vía pacífica es siempre la mejor pero sucede pocas veces. En cambio, el uso de la violencia es ya un clásico de ayer y hoy. La entrada en escena de las redes sociales hacían pensar que se limitaría el recurso de la violencia, pero la raza humana tiene hábitos difíciles de abandonar.
También es necesario hacer hincapié en los inconvenientes a los que se enfrenta todo individuo que intenta cambiar el sistema. En primer lugar, hay que ser conscientes querer mejorar la situación de partida, no todo el que está mal se da cuenta. Luego hay que ponerse de acuerdo con un grupo de personas lo suficientemente amplio como para poder llevar a cabo los cambios, está demostrado que un individuo solo no tiene muchas opciones de éxito. Vencer a la incertidumbre que acarrea los cambios tampoco es fácil. Aun siendo conscientes de una situación injusta, el no poder saber con claridad que nos acarrea un escenario nuevo puede frustrar las expectativas. Éstas serían los inconvenientes exógenos al sistema, los endógenos parten de la habilidad del orden establecido para fagotizar cualquier modificación sumándola a la lista de características periféricas o menores, pero siempre bajo control. Otro de los inconvenientes es la negativa de las élites a perder los privilegios (de ahí que las revoluciones pacíficas sean siempre menores en número) y que las nuevas élites surgidas tras el cambio adopten los vicios y mala praxis de las antiguas clases dominantes.
Finalmente hay que recordar que los cambios a gran escala son fruto de una serie de acontecimientos a lo largo de un proceso histórico. Los hechos puntuales siempre están dentro de un contexto, no suceden de la noche a la mañana sin razón. Pero esto es difícil de entender hoy en día cuando la actualidad se mueve a base de trending topics.
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